Según la tradición, la imagen del Cristo de la Luz protegió a la villa de Aguilar de la Frontera de una epidemia a principios del siglo XVII. Así, en 1611, el vecindario adquirió aquella vivienda donde se veneraba a la talla para levantar una ermita dedicada en su honor, denominándolo desde entonces como del Santísimo Cristo de la Salud. Algunos elementos patrimoniales de interés son la portada barroca de piedra, el retablo o la imagen de San Cristóbal.