En esta casa vivió el maestro San Juan de Ávila durante los últimos 17 años, siendo el lugar donde muere en 1569. A su llegada a Montilla, llamado por los Marqueses de Priego, se negó a instalarse en el palacio de Medinaceli, de ahí que éstos le cedieron una casa fuera de palacio pero cercana a ellos. Hoy encontramos la casa prácticamente intacta, como era en el siglo XVI, albergando reliquias, esculturas y pinturas de los siglos XVI, XVII y XVIII